Haciéndonos caso a nosotros mismos ya os
adelanto que nos iría, en parte, todo bastante mejor de lo que nos va.
Haciéndonos caso de nuestro propio diccionario,
de nuestra querida enciclopedia, de nuestro queridísimo manual, no nos dejaríamos
la vida a medio terminar.
Ese código de barras que va contigo, cuando
decides salir de tu edén.
Ya os adelanto yo que nos iría un poco mejor.
Tengo la total sensación de que soy un mero
becario. Un trabajador con contrato de 24 horas, cuando sé perfectamente todo
lo que tengo que hacer, con qué objetivo y el resultado que obtendré. Y ver que
nada se acerca a lo que uno pensaba.
Al final, uno ya puede desear lo que quiera,
pero serán los minutos a solas, las horas muertas y los días en casa los que te
darán lo que quieran.
El haz lo que yo te digo pero no hagas lo que
yo hago.
Salimos de casa con la lección bien aprendida.
Como si este cuento de final caducado no fuera
para nosotros.
Con los temas empollados, con toda la
seguridad como cuando estás al 100% de batería, de que lo vas a hacer bien,
como tiene que ser, como tiene que pasar y que no puede haber momentos en
blanco en este examen.
En este examen de evaluación continua.
En este examen de miradas, de voces, de gestos, de sentimientos.
En este puñetero examen donde el azar se queda
congelado.
Que siempre nos la jugamos a la típica carta más
alta o todo al negro impar, y más aún si tienes un profesor que no te deja copiar,
el cual se apellide D.Debilidad.
Que no sabemos que nuestra alma, nuestro yo de
cada uno, mi ser de esquinas húmedas, cada vez que sale a la calle se oxida sin
saberlo.
Exponiéndose a la cuesta de ver lo que uno quiere
o, lo que es peor, que estemos dispuestos a creernos a nosotros mismos.
Haciéndome caso, se me ponen en huelga las
neuronas.
Haciéndome caso, odio amando.
Haciéndome caso, bajo en ascensor.
Haciéndome caso, me quedo sin materia gris.
Haciéndome no caso, subo por las escaleras.
Haciéndome no caso, mi corazón catea.
Haciéndome caso, debería no hacerme caso…
Haciéndome caso, miro hacia el frente.
Haciéndome no caso, ¡te miro… a ti!
A.S.M
No hay comentarios:
Publicar un comentario