Por lo que sea, nadie fallaba a la cita, nadie se lo perdía. Una explanada enorme esperaba a los universitarios y a los no tan universitarios a vivir una de esos días que apetecen. Allí, en la torre de vigilancia se encontraba ese calvo de seguridad, para muchos conocido, ya que era uno de los porteros de Novo.
Miles de personas disfrutaban de una jornada que al día siguiente todos considerábamos irrepetible. Las fotos se sucedían en Tuenti y alguna se dejaba caer por Facebook que comenzaba a tener su presencia para los universitarios.
La fiesta llegó a su máximo esplendor en 2013. Con el famoso Harlem Shake de Económicas. Murcia batía todos los récords universitarios de afluencia, cerca de 12000 personas y la fiesta superó todo tipo de barreras llegando a gente de todo el mundo. De repente la mejor fiesta universitaria de Murcia se había convertido en una cita obligada para todos los universitarios de España, algo así como la fiesta de la primavera de Granada pero con menos gente.
Y en aquel momento y aquel día comenzó la decadencia de la fiesta. La organización se dio cuenta lo que se había creado. Así que al año siguiente cambiaron muchas cosas. La fiesta empezó a venderse como un festival donde había que comprar las entradas mucho antes de la fiesta, subieron los precios y empeoraron las prestaciones. Bajó el aforo y ya nunca vimos la explanada a reventar como aquel jueves de Marzo de 2013. Siempre pensamos en que algún año llegaríamos a más gente, ya que detrás del escenario siempre estaba vacío.
Aún así aquello no fue el mayor problema, de hecho fue la única solución- La tragedia del Madrid Arena nos hizo ver a todos que era entendible que no entrara tanta gente allí, pero jamás entendimos porque no se llevaba a otro sitio para volver a sentir lo de aquel 2013.
Y ya lo del año pasado, con las fotos de las colas enormes, un descontrol de entradas y tantísima gente que renunciaba a ir, ya que era imposible conseguir una entrada a la antigua usanza.
Y así hasta esta semana. El próximo jueves, miles de personas se despertarán para vivir su primera vez en la legendaria fiesta. Y otros muchos irán con la sensación de que aquello ya no es lo que era, que uno de los mejores días del año se ha convertido en lo de siempre, un negocio simplón que arrambla con todo.
A muchos se nos pasa el arroz ya para ir a sitios de estos, pero es una pena que días así cambien tanto y se quede tanta gente sin disfrutar y sin reencontrarse. Porque lo bueno de esta fiesta, es que antes iba tanta gente, que era una oportunidad única para disfrutar de tu nueva familia universitaria y con tus amigos de toda la vida.
Quizás sea el momento de no mirar para otro lado y dejarle a la gente que viene e incluso porque no a nosotros mismos, algo tan espectacular como teníamos, algo tan mágico que sigamos viendo como se hace y algo tan bonito que nos de nostalgia ver recuerdos de otros, para finalmente, acudir a nuestros recuerdos y ver que no hace tanto tiempo disfrutábamos como los mejores.

Que decir ante esta entrada, muchas cosas la verdad. Empezar porque económicas es una fiesta de la facultad de economía y empresa, no es el SOS, ni el Viñarock, ni el Arenal, solo unas fiestas de una facultad, si no se va no pasa nada. Seguimos con que, como bien se ha expuesto, tuvo que llegar la desgracia del Madrid Arena para ver que tanta gente aglutinada sin espacio casi para respirar podría llevar a daños irreversibles en las personas, que 12.000 personas es un disparate en el fiestodromo de la UMU. Económicas ha sido una gran fiesta desde que yo estaba en 4º ESO, de esto hace ya 7 años, osea que nada de 2013. Lo que si conozco desde 2013 es que el delegado de alumnos de la facultad de economía y empresa se llevan al bolsillo miles de euros, en concreto, en 2014, si no recuerdo mal, el delegado se embolso, falsificando facturas, entre 6000 y 8000 euros, todo eso porque es un descontrol lo de cobrar entradas sin que el decanato aporte nada, y no aporta porque va demasiada gente como para que se puedan hacer cargo del gasto en los tiempos que corren. Este año se les ha pedido a la delegación de alumnos, desde rectorado, 20.000 euros para pagar seguridad, hospital de campaña, etc. para que parte de la recaudación se quede en la UMU y no se lo lleve un tipejo cualquiera. Este año, Samuel, el delegado del año pasado, quería hacer una supercena-despedida por su año en la delegación, que valía el cubierto casi 50 euros por persona,¿donde vamos con esta gente? No tendrá ya él suficiente dinero siendo de las Nueves Generaciones del PP y cobrando subvención del Estado que va a FEREMUR, asociación de estudiantes fantasma del PP que solo gastan el dinero en salidas y ocio propio sin hacer nada por nadie.
ResponderEliminarEn resumen es, que la demanda loca y masiva de gente hace que pocos se enriquezcan a costa de los demás, porque los y las demandantes no piensan en eso, solo en beber y pasarlo bien. Calcular, si van 12.000 personas y la entrada más barata es a 3 euros, ¿cuanto dinero se recauda? Sin añadir los 2 euros más por entrada de la diferencia de las que se venden a 5, ¿pues con 36.000 euros si se hacen fiestas guapas no? ¿No pensáis que algo de ese dinero se perderá entre tanta factura?
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ResponderEliminarMientras los organizadores paguen por el uso del fiestodromo (lo que debería incluir todos los gastos que suponga la celebración en seguridad, sanidad, etc; así como un porcentaje de beneficio para la UMu) no veo ninguna necesidad de controlar o criticar cuanto gana o deja de ganar el "tipejo cualquiera" que monte la fiesta. Si no es así, debería serlo, de lo contrario es una estafa.
ResponderEliminarEl partido al que pertenezca y lo fraudulento de su asociación son otros asuntos. Conste que opino que el Estado debería exigir control de cuentas a la asociación como receptora de subvenciones, así como la UMu a la delegación por dotación presupuesto. Si no es así se oye una voz en off diciendo "corrupción".