Visitas

lunes, 28 de diciembre de 2015

Te echo de más

"Sí, te echo de más. Seré breve y conciso. Seré rotundo y parcial. Y por último ¿como voy a echarte de menos? Me llevan enseñando toda la vida que el más es mejor que el menos, que quién tiene más de algo suele estar mejor que otro que tiene menos. Solo se me viene a la cabeza lo de los signos, ese menos por menos, siempre es más, supongo que vendrá de ahí.

Pero a mi ya no me vale. Por muy bien que suene, por muy aceptado que esté. No,no y no.

A partir de hoy te echo de más, porque echarte de menos se me queda corto. Cuando te veo, porque te veo, cuando no te veo, porque no te veo. Cuando vuelves porque vuelves, cuando te vas porque te vas. Y así sucesivamente. ¿Y alguien se piensa, que como mierda se llame a esto, va a ir a menos?

Y que esto se acaba. Y esto pasa muy rápido. ¿Para que vas a echar de menos a una persona, si la puedes echar de más?"



domingo, 20 de diciembre de 2015

"Yo voto a mis amigos"

"Queridos políticos, queridos Mariano, Pedro, Albert y Pablo, lo siento mucho, de veras. Finalmente he decidido "votar" a otras personas. Me he decantado por la opción que menos publicidad han tenido en los medios y en las redes sociales.

He cambiado de voto en la última noche. En las últimas horas. De madrugada más bien. Llegando a casa lo he decidido. Voy a votar por mis amigos. Sí, es la mayor estupidez de la historia, pero lo he hecho. A las 9 de la mañana me he plantado en el colegio electoral, he ido hacia donde estaban todas las papeletas y he dejado mi montón de papeletas, que eran del mismo tamaño que las otras pero con una diferencia; sólo habían dos palabras: "Mis amigos". Y porque?

Pues porque ayer nos reencontramos por enésima vez. ¿Y es que como quieren que me decida por alguien que no sean ellos? Me ofrecen estabilidad unos días y el cambio otros. La corrupción la llevan de base, o son algo ratas o me deben pasta. Los mejores prometiendo, los peores cumpliendo...Os suena?

Ayer nos pegamos una noche de "las nuestras". Y todos los grupos de amigos van a vivir estas navidades algo similar, el reencuentro por excelencia. Y cuando estás muy agusto con unos, te acuerdas de todo lo demás. Así que a mitad de la noche, en una de esas meadas nocturnas, les mande un audio a los amigos de la playa ¿Ese típico audio donde eres bilingüe pero no sabes exactamente de que idiomas? Pues asi fue. Y estás tan bien, tan bien, que tienes que decirle algo a tu colega top del momento y escribirle algo así como "mndaa llev nciimma" que es un menudo llevo encima de toda la vida. Lo mismo haces al rato siguiente pero con el género opuesto. Tu amiga de toda la vida, de la cuál te sabes su vida casi mejor que ella y a la que le has contado la tía que te mola,la que te molaba, la que molaría tener como novia y la que actualmente te marea la cabeza, sin olvidar a ... Bueno, de momento olvidémoslo. En ella inviertes más tiempo, sobre todo para escribir bien el mensaje, algo así como... ¿Has salido? Con alguna carita de las de ahora por si algún día... que pimpum...
Y como no, te acuerdas de la gente de la universidad o del Máster... Una grabación bastante parecida a la enviada al grupo de la playa, pero con respuestas rápidas contando cada uno lo que hace... Que acabas diciendo "yo solo quería que supiérais que voy hiper ciego, no sangrarme la oreja".

Y ehh, en días como estos, te acuerdas de los que no están, de los que no forman parte de tu momento. De los que fueron, de  los que estuvieron, de los que no se quisieron quedar y de los que nunca llegaron a estar. Y bien porque te apetece o porque los has visto hace poco y ayudado por el alcohol pues empiezas a buscarlo en la agenda y los encuentras. A ellos, a ellas , a él y a ella. Y entiendes que no, que no se lo merecen.

A lo largo de estos años has aprendido que solo aquellos que te hacen disfrutar cuando más y menos te lo esperas, cuando más y menos te lo mereces son los únicos que merecen acordarte de ellos cuando los echas de menos.

¿Y es que a quién se le ocurre montar unas elecciones ahora? En navidad siempre ganan los mismos. Ganan los que se juntan después de mucho tiempo, ganan las familias, los colegas, las parejas y por supuesto, ganan los amigos.

Y que no os preocupéis, que he votado a uno de los 4 candidatos, que ya estaba viendo a muchos diciendo" si este ha hecho eso, como va a ir el país bien".
Y como muchos, no tengo ni idea de lo que pasará, solo espero que la vida siga siendo igual de complicada y nosotros seamos siendo igual quejicas para que cualquier tontería sea una escusa para juntarse y disfrutar de aquello que sí elegimos nosotros, con nuestro voto y desde hace tiempo: A nuestros amigos."




martes, 8 de diciembre de 2015

Cuando se ligaba dando "toques"...

Aún lo recuerdo. Y espero que vosotros también. Sí, se nos está yendo de las manos esto de cumplir años y empezar a vivir nuevas experiencias. Al fin al cabo la vida avanza para todos y es ley de vida.
Pero que a nadie se le olvide, que nosotros, esa generación super preparada, de ninis y viciosos de las redes sociales, una vez, en algún momento hace años, creamos "el método de ligar más antiguo y efectivo de la historia" o al menos el que ofrecía más rapidez e imaginación.

Sabéis de lo que hablo. Hablo de esa llamada de 5 segundos, 6, si te gustaban las emociones fuertes, en la que el corazón se te encogía sin saber muy bien porqué y que reaccionaba cuando el ladrillo de turno que por aquel entonces tenías, vibraba o bien sonaba, parpadeando con esa luz y con el nombre en la pantalla de la persona que había aceptado "seguirte el juego". Empecemos por el principio.

Los ladrillos a los que me refería anteriormente, son, sin duda alguna, los móviles de antes. Para muchos el primero, para los más avanzados, el segundo o el tercero. El caso es que buscando entre las cosas de antes, lo he visto. He visto a mi primer ladrillo, a mi Nokia. Y  la gran mayoría sabrá perfectamente de que móvil hablo. Sí, el móvil de la serpiente. Pequeño, con pocas luces, sin cámara, con 0 megapixeles, sin conexión a internet y con lo más importante, la tarjeta sim con tu primer número de teléfono y tu código PIN, casi nada. Y los que no tuvieran Nokia, supongo que debutarían con un Alcatel, un Motorola o un Lg. Allí estábamos hace unos años, con la ilusión del que sabe que crece, pero no se hace una idea de lo que va experimentar y sentir.

Por que no teníamos ni idea. Messenger nos daba literalmente la vida. Sin miedo alguno a equivocarnos, sin prejuicio que hacer, era nuestra fuente de alimentación fuera del horario escolar. Pero nos dimos cuenta que queríamos más, que las noches en la cama sin más, se hacían aburridas y que los viernes por la tarde, necesitábamos algún títere para hacer algo pero sobre todo para sentirnos diferentes.

Y surgió, como surgen las modas, surgieron los "toques". No digo que mi generación los creara, lo desconozco, pero si afirmo que mi generación mantuvo viva la tendencia. El que fuera, los que lo seguimos, creamos entre todos o mantuvimos vivo "el tonteo más oculto de la historia". La imaginación era la gran protagonista, en definitiva, que se podía decir con un toque? Pues poca cosa, pero para lo que sabíamos nos bastaba. No conocíamos la noche, ni los cubatas, ni el quedarse hasta tarde estudiando o dando vueltas en la cama porque había algo en nuestra cabeza que no nos dejaba dormir.
Y aquel juego era peligroso, porque la vida antes no era tan fácil, teníamos saldo. El "toque" era muy bonito cuando había señal, pero encontrarte con el buzón de voz, te podía dejar K.O, sin vidas durante algún tiempo, que por aquel entonces, era muy muy importante. Llamar era importante, mandar sms, era caro e importante pero tener saldo para "tontear" era fundamental y necesario.


Y las compañías de teléfono se dieron cuenta de lo que habíamos creado y nos guiñaron un ojo a su manera. ¿Por qué creéis que había tanta gente de Movistar antes? Pues porque crearon el "Quieren hablarte" que era como un, "oye no me queda un duro, pero me acuerdo de ti" y aquello triunfó como la espuma. Aquello, junto a los toques, nos sirvió para empezar a darle sentido a muchas cosas con el sexo opuesto. Nos dimos cuenta que, junto a nuestro ladrillo, habíamos dejado a un lado los parques y empezamos a meternos en jardines de todo tipo.
Nos dimos cuenta que con aquello también se podía perder, que a veces los toques no se devolvían, que algunos toques comenzaban a convertirse en mensajes e incluso era tan adictivo que a veces no había toques, no se daba la opción a eso y soltábamos aquello de "Pero no me lo cojas idiota"...


Y así hasta ahora. Mucho whatsapp, snapchat, un poquito de tinder y fuera. Y es cierto que son épocas y que a todo acontecimiento y momento les llega su fin. Aún así tengo la sensación de que lo que hemos vivido, los que tienen ahora diecitantos, veinteañeros y algún treintañero es una pasada. Imagino que los abueletes dirán que para pasada lo de escribir cartas y pedir la mano a la familia y probablemente tendrán razón.
Pero eso no lo hemos vivido, nos suena a lejano, muy lejano. E igual de lejano suena lo de los toques, pero con una diferencia, nosotros sí lo hemos vivido.

Y no hay más.Nos pueden calificar de muchas maneras, nos pueden llamar de muchas formas. Desde la generación del cambio, a la generación de los 90, pasando por los ninis, los emigrantes preparados o la generación de la crisis.
Siempre acabamos haciendo algo diferente que supera lo anterior y no es capaz de superar lo presente. Ni  la play de ahora es mejor que la game boy de antes, ni los cañazos de whatsapp de ahora pueden acercarse a lo que vivíamos buscando en la agenda el nombre para efectuar "nuestro toque".
Decirlo, sin complejos, con confianza, somos una generación buena, de las mejores, la mejor.
Nos pierde algo la tecnología pero demasiado bien hemos encajado todo esto.

Así que si podéis, buscar vuestro primer móvil e intentar encenderlo. No solo por el hecho de encontrarlo sino por recordar que hasta hace muy poco, éramos gente valiente que se aventuraba a lo que hiciese falta y ahora por la edad somos algo más cautos.

Somos la generación del "que morro tenéis", la generación del messenger, la generación de los grandes triunfos y de los nefastos atentados. Y sí, somos la generación de los "toques", la generación que se atrevió a hacer algo desconocido con tal de seguir viviendo días en el alambre para que cada día fuese tan distinto como emocionante.


PD: No se quién recibió vuestro primer toque o a quién se lo distéis, pero estoy seguro de que tenéis a alguien en la cabeza. Espero y deseo que gracias a las redes sociales y compartiendo el artículo les llegue a la persona que tenéis en mente. Y aunque no os digáis nada por lo que sea, baste el recuerdo mutuo, porque a estas alturas es fundamental.
No seríamos lo que somos si no hubiéramos valorado todos estos años TODO lo que hemos vivido.

#GeneracionDeLosToques

sábado, 5 de diciembre de 2015

"Te he encontrado 1500 días tarde"

-"El anonimato solo corresponde a quién lo quiere, las historias solo las saben quienes quieren escucharlas".

-Empieza, cuando quieras.

"La gente tiende a buscar lo que piensa que quiere, pero apenas se para a pensar en lo que necesita. El que busca, suele encontrar, el que quiere, suele tener y el que pelea puede perder o ganar. Podría haber dicho ganar o perder, pero ese sencillo cambio de orden de adjetivos, hubiera supuesto pensar en un final triste, que parece que últimamente no vende. 
Y eso fue lo que pasó, encontré lo que quería y peleando. La historia perfecta para cualquier film americano. El único problema fue que llegué tarde, supongo que me perdí por el camino, tropecé y me salí de ruta o vete tú a saber que. 
Y es que en estas cosas nunca se sabe, pero empiezas a intuirlo cuando no le aguantas la mirada ni 3 segundos seguidos. Empiezas a asumirlo cuando te arde el estomago cuando pasa de ti y cuando un whatsapp suyo te cambia la tarde. Sabes que has encontrado lo que quieres cuando sientes estar viviendo algo que esperabas desde hace tiempo y que no ansiabas tenerlo, simplemente vivirlo.

 Te das cuenta un día de que las medias naranjas sí existen y a cada uno le corresponde la suya. Y piensas esta es la mía, me toca, esta es la buena.
Te conviertes en una pareja top. Un acercamiento previo, seguido de una cita y una cena. La cena que puede acabar con tus ilusiones o llevarte en volandas hacia lo que quieres. Y sí, en esta ocasión la moneda cae de cara y comienza el viaje de tu vida. Te enamoras, te pillas... Llámalo como quieras, estás dentro.
Tan dentro que no te cansas de conocer, hasta los defectos los encuentras interesantes. Y que sí, conoces a sus amigos, a su familia, ese tipo de detalles con los que piensas que vas avanzando a velocidad de crucero y que si aparece el iceberg estaremos preparados para no chocar. Y tienes esa discusión gorda que hace que te plantees abandonar pero que al final te das cuenta que ha sido lo mejor que te ha pasado en las últimas semanas y que ha servido para mejorar ciertas cosas.

Y de repente, me pasó, lo vi, lo sentí. Comiendo pipas en un parque de debajo de su casa. Habíamos quedado porque esa semana apenas nos habíamos visto, era martes. Me soltó una broma de las suyas, seguida de la sonrisa más bonita que había visto en mi vida y fue entonces cuando se lo dije: "Te he encontrado 1500 días tarde"
Ambos nos miramos, nos dimos un abrazo y "no nos volvimos a ver". La calle y lo que unos llaman destino y otros suerte nos juntó en varias ocasiones. La sensación de aquellos encuentros espontáneos es que, al menos por mi parte, no nos conocíamos de nada. Tragar saliva, respirar fuerte y volver la cabeza eran los gestos que  se repetían después de cada momento irrepetible.

Y a día de hoy no sé explicar que me pasó. Aunque tiene mucho que ver, bastante diría, con los momentos irrepetibles. Pensaba que había encontrado a mi media naranja, pero no estaba en lo cierto. Y nadie me lo dijo, ni me lo chivó. Lo sentí. Lo ví en su sonrisa, en sus ojos, en su forma de morderse el labio. Ya lo había visto antes, mucho antes. Había llegado tarde. Esos momentos irrepetibles ya habían pasado por mis ojos en alguna ocasión. De repente entendí que el problema no habíamos sido ninguno de los dos.

Resulta que no había encontrado a mi media "orange". Que va. Me di cuenta de que había arriesgado en un momento de mi vida y el resultado era esa otra mitad con la que había compartido tanto y tan bueno. Me percaté que el resultado de aquello era matemático. Quien arriesga, vive. Quien no arriesga, se retrasa.
Un problema de confort, de confianza. El problema había sido de actitud y no de personas como pensaba."

-¿Y hace 1500 días, que había pasado?

-"Nada, no había pasado nada. No había dado opción a que pasase nada. Odio perder, incluso dejar de ganar ya me molesta y no creo en los empates. Y no hice nada. Vi escaparse a 8 personas que como no vinieron a mí, pensaba que no eran para mí."

-¿Y por qué lo de "Te he encontrado 1500 días tarde"?

"Pues es más sencillo de lo que parece. Durante este tiempo había sido una especie de maniquí, que espera ser vestido y mostrado al público. Ser visto y observado por tanta gente y con tanta atención que aparenta una vida envidiable. Pero era todo apariencia. Era una sucesión de momentos donde priorizaba mi imagen a mi sentimientos, con la esperanza y el falso criterio que lo mejor estaba por llegar. Y era todo lo contrario, lo mejor estaba pasando por delante de mis narices y otra persona, por mi pasividad y por lo que fuera se estaba llevando algo que no era mio pero quizás si posible propiedad, Y ya no solo personas, sino también momentos.

Y llegado el momento me dí cuenta. Sigo pensando que actué así porque lo necesitaba, Quizás sí había encontrado a mi media naranja y toda mi argumentación se derrumba ahora. Quizás el destino me la había puesto ahí, puede ser.
Prefiero creer que no. Y por qué? Pues porque conforme he crecido, he entendido que todo momento importante comienza con un salto al vacío. Con un tortazo increíble esperándote, con la presencia de tu nombre en todas las portadas de los periódicos anunciando un ridículo histórico. Todo all in comienza así, con más contras que pros. Y de repente te toca, ganas la mano y la partida. 
Y aceptas que encontrarse no entiende ni de tiempos ni de tantos, aunque si de tiempo. Quien arriesga mucho puede perder todo o ganar. 
Y que al final intuyes, porque nadie te lo dirá, que no hay nada fijo. Que cuando se juega, se está jugando y puede pasar cualquier cosa. Desde lo más previsible hasta lo más extravagante.

Por lo tanto, cuando le dije que la había encontrado 1500 días tarde, de alguna manera estaba siendo sincero y arriesgué de alguna manera a quedarme solo. Pero sin duda esa decisión me cambió la vida. La perdí, sí. Me encontré, sí. Y me dí cuenta que para encontrarse solo hay que perderse con alguien que esté dispuesto a hacer lo más importante en este planeta;
Dejarse llevar, arriesgar, jugar y vivir momentos irrepetibles"

#1500díastarde #Gracias