-"El anonimato solo corresponde a quién lo quiere, las historias solo las saben quienes quieren escucharlas".
-Empieza, cuando quieras.
"La gente tiende a buscar lo que piensa que quiere, pero apenas se para a pensar en lo que necesita. El que busca, suele encontrar, el que quiere, suele tener y el que pelea puede perder o ganar. Podría haber dicho ganar o perder, pero ese sencillo cambio de orden de adjetivos, hubiera supuesto pensar en un final triste, que parece que últimamente no vende.
Y eso fue lo que pasó, encontré lo que quería y peleando. La historia perfecta para cualquier film americano. El único problema fue que llegué tarde, supongo que me perdí por el camino, tropecé y me salí de ruta o vete tú a saber que.
Y es que en estas cosas nunca se sabe, pero empiezas a intuirlo cuando no le aguantas la mirada ni 3 segundos seguidos. Empiezas a asumirlo cuando te arde el estomago cuando pasa de ti y cuando un whatsapp suyo te cambia la tarde. Sabes que has encontrado lo que quieres cuando sientes estar viviendo algo que esperabas desde hace tiempo y que no ansiabas tenerlo, simplemente vivirlo.
Te das cuenta un día de que las medias naranjas sí existen y a cada uno le corresponde la suya. Y piensas esta es la mía, me toca, esta es la buena.
Te conviertes en una pareja top. Un acercamiento previo, seguido de una cita y una cena. La cena que puede acabar con tus ilusiones o llevarte en volandas hacia lo que quieres. Y sí, en esta ocasión la moneda cae de cara y comienza el viaje de tu vida. Te enamoras, te pillas... Llámalo como quieras, estás dentro.
Tan dentro que no te cansas de conocer, hasta los defectos los encuentras interesantes. Y que sí, conoces a sus amigos, a su familia, ese tipo de detalles con los que piensas que vas avanzando a velocidad de crucero y que si aparece el iceberg estaremos preparados para no chocar. Y tienes esa discusión gorda que hace que te plantees abandonar pero que al final te das cuenta que ha sido lo mejor que te ha pasado en las últimas semanas y que ha servido para mejorar ciertas cosas.
Y de repente, me pasó, lo vi, lo sentí. Comiendo pipas en un parque de debajo de su casa. Habíamos quedado porque esa semana apenas nos habíamos visto, era martes. Me soltó una broma de las suyas, seguida de la sonrisa más bonita que había visto en mi vida y fue entonces cuando se lo dije: "Te he encontrado 1500 días tarde"
Ambos nos miramos, nos dimos un abrazo y "no nos volvimos a ver". La calle y lo que unos llaman destino y otros suerte nos juntó en varias ocasiones. La sensación de aquellos encuentros espontáneos es que, al menos por mi parte, no nos conocíamos de nada. Tragar saliva, respirar fuerte y volver la cabeza eran los gestos que se repetían después de cada momento irrepetible.
Y a día de hoy no sé explicar que me pasó. Aunque tiene mucho que ver, bastante diría, con los momentos irrepetibles. Pensaba que había encontrado a mi media naranja, pero no estaba en lo cierto. Y nadie me lo dijo, ni me lo chivó. Lo sentí. Lo ví en su sonrisa, en sus ojos, en su forma de morderse el labio. Ya lo había visto antes, mucho antes. Había llegado tarde. Esos momentos irrepetibles ya habían pasado por mis ojos en alguna ocasión. De repente entendí que el problema no habíamos sido ninguno de los dos.
Resulta que no había encontrado a mi media "orange". Que va. Me di cuenta de que había arriesgado en un momento de mi vida y el resultado era esa otra mitad con la que había compartido tanto y tan bueno. Me percaté que el resultado de aquello era matemático. Quien arriesga, vive. Quien no arriesga, se retrasa.
Un problema de confort, de confianza. El problema había sido de actitud y no de personas como pensaba."
-¿Y hace 1500 días, que había pasado?
-"Nada, no había pasado nada. No había dado opción a que pasase nada. Odio perder, incluso dejar de ganar ya me molesta y no creo en los empates. Y no hice nada. Vi escaparse a 8 personas que como no vinieron a mí, pensaba que no eran para mí."
-¿Y por qué lo de
"Te he encontrado 1500 días tarde"?
"Pues es más sencillo de lo que parece. Durante este tiempo había sido una especie de maniquí, que espera ser vestido y mostrado al público. Ser visto y observado por tanta gente y con tanta atención que aparenta una vida envidiable. Pero era todo apariencia. Era una sucesión de momentos donde priorizaba mi imagen a mi sentimientos, con la esperanza y el falso criterio que lo mejor estaba por llegar. Y era todo lo contrario, lo mejor estaba pasando por delante de mis narices y otra persona, por mi pasividad y por lo que fuera se estaba llevando algo que no era mio pero quizás si posible propiedad, Y ya no solo personas, sino también momentos.
Y llegado el momento me dí cuenta. Sigo pensando que actué así porque lo necesitaba, Quizás sí había encontrado a mi media naranja y toda mi argumentación se derrumba ahora. Quizás el destino me la había puesto ahí, puede ser.
Prefiero creer que no. Y por qué? Pues porque conforme he crecido, he entendido que todo momento importante comienza con un salto al vacío. Con un tortazo increíble esperándote, con la presencia de tu nombre en todas las portadas de los periódicos anunciando un ridículo histórico. Todo all in comienza así, con más contras que pros. Y de repente te toca, ganas la mano y la partida.
Y aceptas que encontrarse no entiende ni de tiempos ni de tantos, aunque si de tiempo. Quien arriesga mucho puede perder todo o ganar.
Y que al final intuyes, porque nadie te lo dirá, que no hay nada fijo. Que cuando se juega, se está jugando y puede pasar cualquier cosa. Desde lo más previsible hasta lo más extravagante.
Por lo tanto, cuando le dije que la había encontrado 1500 días tarde, de alguna manera estaba siendo sincero y arriesgué de alguna manera a quedarme solo. Pero sin duda esa decisión me cambió la vida. La perdí, sí. Me encontré, sí. Y me dí cuenta que para encontrarse solo hay que perderse con alguien que esté dispuesto a hacer lo más importante en este planeta;
Dejarse llevar, arriesgar, jugar y vivir momentos irrepetibles"
#1500díastarde #Gracias