Hacía frio, pero el edredón estorbaba, pesaba demasiado. Me incorporé, me puse de pie y... me volví a meter en la cama. Cerré los ojos y dije "va, me duermo". Aunque para ese entonces, estaba de pie, después de haber efectuado un "va, me levanto". Lo que pasó luego no lo olvidaré jamás.
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Hay dos tipos de personas para muchas cosas. Para dormir, las hay que se acuestan y se duermen y otras que les cuesta dormirse una eternidad y ya no hablamos si se desvelan.
"El caso es que fui a la cocina y bebí agua. Me sentó espectacular y volví a la habitación con el presentimiento de que iba a dormirme profundamente. Me tiré en la cama, giré la cabeza y vi una luz parpadear a lo lejos. Total que me volví a levantar y me asomé por la ventana. Desde mi habitación se puede ver un monte donde los coches se sitúan en la cima, para sorprender con una cita romántica o lo que surja"
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De todos los tipos de personas que hay, me gusta observar las diferencias en un grupo especial. Los que les gustan las fiestas sorpresa y los que les gustan sorprender en las fiestas. SORPRENDER. Suena bien, demasiado bien.
"Y justo cuando iba a dejar de mirar a la calle, vi a una ambulancia. Tengo la suerte, nótese la ironía, de vivir a 300 metros de un hospital. Había visto miles de ambulancias afrontar aquella recta como si no hubiera mañana, pero aquella noche no fue así. La ambulancia iba muy despacio, con las luces características que indicaban la gravedad del asunto pero sin aparente ápice de prisa. Tardé en identificar que no era casualidad. De hecho hacía unos días había visto salir a una ambulancia del lugar de un atropello con la "misma calma". Entendí entonces que había una vida en juego".
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Durante nuestra vida, somos de una cosa u otra. A grandes rasgos, compartimos algo con una mayoría. El sí a los toros, el naranja como color favorito o la playa como un lugar para perderse. Pero no nos vale. Algo o alguien hace que queramos cambiar, saber que siente la otra mayoría. Abandonar la ZONA DE CONFORT.
"La ambulancia se perdió al final de la calle y los focos del coche del monte dejaron de verse. Me alejé de la ventana y me senté en la cama. Pensé que, por suerte, nunca había estado en una ambulancia, ni de las rápidas ni de las lentas. También pensé que nunca había llevado a nadie a ver las estrellas a aquel monte. Y por último recordé mi última borrachera y aquel cántico impronunciable que gritaba por las calles del centro de la ciudad. Me acosté y cerré los ojos. Antes había mirado el reloj y había visto que seguían siendo las 4. Y antes de eso, pensé en porque no podía dormir, porqué me había desvelado"
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Y en la vida, esta que nos quita el sueño y no en la que tenemos 45 me gustas, hay dos tipos de personas. Probablemente muy poco diferenciadas y a su vez tan distintas. Hay personas que pierden, que se van a casa sin el premio, sin la copa y con un Game Over. Jugaron en vida, no ganaron y pasaron la página. Y siguieron pasando página. Así hasta acabar con ese libro para empezar con otro nuevo. Personas que deciden vivir cerrando etapas y lapidando momentos. Su único fin, acumular recuerdos para poder tener una historia que contar.
"Me desperté. Era de día y había escarcha en la ventana. El reloj se había movido pero no indicaba la hora correcta. Me incorporé y aún acostado recordé la noche de mierda que había pasado con su correspondiente porqué. ¿Y sabéis qué? Miré el móvil y tenía dos whatsapps. Uno de la persona que me había quitado el sueño hacía pocas horas, el otro del grupo de amigos de toda la vida. En un mensaje se podía leer" Buenos días, siento lo de estos últimos días". En el otro " Menuda resaca...aperitivo alguien?"
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Y el otro tipo de personas. Las de Play Again, esas que no se cansan de perder, que no paran de jugar y que no buscan ganar o perder, solo vivir. Y no vivir para contarlo, vivir para saberlo, para sentirlo. Personas que arriesgan, que como todas, sufren, quieren y necesitan pero no se lo hacen saber a nadie. Personas con las que crear recuerdos soprendentes es posible.
"Cogí el móvil y lo apagué. En ese momento lo supe. Qué vida más organizada tengo. Alguien me calienta la cabeza y tengo a alguien para calentarsela. Empecé a pensar en todo aquello que no había hecho por miedo, por falta de tiempo o de ganas o simplemente porque "mi mayoría" no lo había hecho. Lo primero que hice fue...Bueno que más da, lo hice"
Y te encontrarás de todo. Gente que te quiere, que te miente, que te hace sentir cosas espectaculares...
Gente que te niega, que te olvida, que te respeta....
Pero al final querrás saber lo importante. Querrás saber si jugártela con ellos merece la pena o no. Querrás saber si los prejuicios, la experiencia o el destino ya han tomado partida en la decisión final. Y querrás saber si juegan contigo para vivir, para perder, para pasar página o para crear un recuerdo, imborrable o sorprendente.
Y lo comprenderás. Entenderás que el simple hecho de haber dado el paso para pegarte un trompazo sin precedentes pronosticado, es motivo más que suficiente para meterte en el grupo de los que se la juegan para sentir algo totalmente impredecible y quién sabe si SORPENDENTE.
