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domingo, 6 de marzo de 2016

ECONÓMICAS, la fiesta que ya no es lo que era...

Hubo un tiempo en el que en Murcia se paraba el tiempo. Un día en el que los universitarios se levantaban de la cama con la sensación de que algo grande se avecinaba. Era Jueves, generalmente de Marzo, con calor, aunque nadie dudaba en llevarse esa chaqueta para abrigarse mientras la tarde avanzaba.
Por lo que sea, nadie fallaba a la cita, nadie se lo perdía. Una explanada enorme esperaba a los universitarios y a los no tan universitarios a vivir una de esos días que apetecen. Allí, en la torre de vigilancia se encontraba ese calvo de seguridad, para muchos conocido, ya que era uno de los porteros de Novo.
Miles de personas disfrutaban de una jornada que al día siguiente todos considerábamos irrepetible. Las fotos se sucedían en Tuenti y alguna se dejaba caer por Facebook que comenzaba a tener su presencia para los universitarios.

La fiesta llegó a su máximo esplendor en 2013. Con el famoso Harlem Shake de Económicas. Murcia batía todos los récords universitarios de afluencia, cerca de 12000 personas y la fiesta superó todo tipo de barreras llegando a gente de todo el mundo. De repente la mejor fiesta universitaria de Murcia se había convertido en una cita obligada para todos los universitarios de España, algo así como la fiesta de la primavera de Granada pero con menos gente.


Y en aquel momento y aquel día comenzó la decadencia de la fiesta. La organización se dio cuenta lo que se había creado. Así que al año siguiente cambiaron muchas cosas. La fiesta empezó a venderse como un festival donde había que comprar las entradas mucho antes de la fiesta, subieron los precios y empeoraron las prestaciones. Bajó el aforo y ya nunca vimos la explanada a reventar como aquel jueves de Marzo de 2013. Siempre pensamos en que algún año llegaríamos a más gente, ya que detrás del escenario siempre estaba vacío. 
Aún así aquello no fue el mayor problema, de hecho fue la única solución- La tragedia del Madrid Arena nos hizo ver a todos que era entendible que no entrara tanta gente allí, pero jamás entendimos porque no se llevaba a otro sitio para volver a sentir lo de aquel 2013.

Y ya lo del año pasado, con las fotos de las colas enormes, un descontrol de entradas y tantísima gente que renunciaba a ir, ya que era imposible conseguir una entrada a la antigua usanza.

Y así hasta esta semana. El próximo jueves, miles de personas se despertarán para vivir su primera vez en la legendaria fiesta. Y otros muchos irán con la sensación de que aquello ya no es lo que era, que uno de los mejores días del año se ha convertido en lo de siempre, un negocio simplón que arrambla con todo.

A muchos se nos pasa el arroz ya para ir a sitios de estos, pero es una pena que días así cambien tanto y se quede tanta gente sin disfrutar y sin reencontrarse. Porque lo bueno de esta fiesta, es que antes iba tanta gente, que era una oportunidad única para disfrutar de tu nueva familia universitaria y con tus amigos de toda la vida.

Quizás sea el momento de no mirar para otro lado y dejarle a la gente que viene e incluso porque no a nosotros mismos, algo tan espectacular como teníamos, algo tan mágico que sigamos viendo como se hace y algo tan bonito que nos de nostalgia ver recuerdos de otros, para finalmente, acudir a nuestros recuerdos y ver que no hace tanto tiempo disfrutábamos como los mejores.